¿Qué pasó con Cromi?
Hay cosas que nunca cambian.
Este es el segundo post en la saga de Cromi. Este es el primero, este es el tercero y este es el cuarto.
(Nuevas actualizaciones al final del post.)
En Abril de este año (2017), lancé una nueva app llamada Cromi. Lo hice en base a unas APIs públicas que recientemente había descubierto, operadas y mantenidas por el Transantiago. De hecho, esa es quizá la única razón por la que Cromi existe — el principal problema que mató mi proyecto anterior, Cuánto Falta, fue precisamente la falta de acceso público a fuentes de información amigables con el desarrollo de apps.
Dos meses pasaron, y el 23 de Junio, Transantiago lanzó bots para Telegram y Facebook Messenger que te dan predicciones de llegada de los buses a tu paradero. Prácticamente al mismo tiempo, Transantiago apagó la API pública que usaba Cromi para obtener esa información.
¿Qué es una API?
Es un punto de entrada a través del cual una aplicación puede pedir ciertos datos a un servidor, que a su vez, responde con los datos requeridos en un formato legible por máquinas, generalmente JSON.
No tengo más que viles insultos para Transantiago y su gente en este momento. Bien documentada está la historia de Cuánto Falta—fue tan engorrosa y frustrante como el MTT y sus súbditos pudieron hacerla. Lamentablemente, este parece ser un nuevo capítulo en el miserable libro que el Gobierno de Chile escribe con los desarrolladores de apps. Es un nuevo escupo en la cara del desarrollo independiente. Un escupo, cabe destacar, financiado con la plata de todo Chile, y particularmente, con la plata de quienes están obligados a usar este sistema de transporte, que a pesar de verse decente en el papel, en la práctica ha resultado más bien como una triste y maquiavélica prueba de la paciencia de los santiaguinos.
¿Qué pasa ahora?
Cromi 0.1.4 tiene herramientas para ayudarte a pedirle a Transantiago que restaure la API que egoístamente eliminaron. Y si quieres ir un paso más allá, este es el mail del único contacto que tengo en el Directorio de Transporte Público Metropolitano, Jaime Noriega, parte de la Gerencia Tecnológica, y que ahora cobardemente entierra su cabeza en la arena y se niega a responder mis mails: [Lo borré. Pobre Jaime.]
Si Transantiago decide entrar en razón y abrir nuevamente una API de predicciones de parada, Cromi va a seguir en desarrollo, con todas las cosas que tengo planeadas y a medio implementar. Y si no, ya sabes a quién echarle la culpa de la muerte de mi segunda app de transporte en Santiago.
Actualización (8 de Julio): Algunos contactaron a Jaime Noriega, que no perdió oportunidad de basurearme, diciendo que yo “siempre [me voy] por el lado” con la obtención de datos. Las APIs que usé para construir Cromi las descubrí haciendo una simple búsqueda en Github, es decir, es información pública. Luego de más de una semana de no pescarme, y probablemente gracias a la presión de ustedes, Noriega decidió mandarme un mail diciendo que la API de predicciones se cayó después de un “ciber ataque”. Qué coincidencia, un “ciber ataque” justo cuando lanzaron los nuevos bots de predicción. Quedamos de hablar por teléfono el lunes, yo quedé de grabar la conversación.
Me queda claro que Noriega no sabe qué es una API, incluso después de tomarme el tiempo de explicarle (con literalmente la misma explicación que puse arriba). También me queda claro que no tienen intenciones de comprometerse a mantener sus APIs públicas. De hecho, Cromi hoy amaneció sin servicios en sus paraderos, porque alguien en Transantiago decidió cortar esa información de la API que la entregaba.
Por un momento pensé que yo estaba viendo malicia donde en realidad sólo había incompetencia, pero estas cosas no pasan por accidente. Lo bueno es que ya vimos que la presión funciona, así que hay que seguir.
Actualización 2: Este post tiene todas las respuestas que me dio Transantiago. Spoiler: ninguna es buena.
Actualización 3: Cromi está de vuelta, más bacán que nunca.
